Probamos experimentalmente el impacto de expandir el acceso a cuentas bancarias básicas en Uganda, Malawi y Chile. Durante dos años, el 17 %, el 10 % y el 3 % de las personas en tratamiento realizaron cinco o más depósitos, respectivamente. Los depósitos mensuales promedio para ellos estaban en los percentiles 79, 91 y 96 de los ahorros de referencia. Los datos de la encuesta no muestran efectos de intención de tratar claramente perceptibles en los ahorros o cualquier resultado posterior. Esto sugiere que es poco probable que las políticas centradas simplemente en ampliar el acceso a las cuentas básicas mejoren el bienestar de manera notable, ya que los impactos, incluso si están presentes, probablemente sean pequeños y diversos.