Otra preocupación importante en la transición a las encuestas telefónicas fue garantizar que los beneficiarios estuvieran en un entorno privado y seguro al responder nuestra encuesta de 30 minutos. Sabíamos que hacer preguntas privadas a las personas sobre temas como la salud y las finanzas personales puede ser complicado, especialmente cuando puede haber otras personas cerca escuchando. Nuevamente, verificar la privacidad y generar confianza antes de llegar a preguntas delicadas es más fácil en persona, pero nos adaptamos. Al final, a pesar del tiempo adicional que requeriría, incluimos un conjunto de preguntas al comienzo de la encuesta para darle tiempo al beneficiario para establecer una relación con el entrevistador y encontrar un lugar cómodo para hablar. Resultó que muy pocos encuestados necesitaban encontrar un nuevo lugar, pero esto nos ayudó a asegurarnos de que no excluiríamos a ningún participante por temor a que nos escucharan.
Lección aprendida: Permita más tiempo al comienzo de la encuesta para generar confianza con el beneficiario para que se sienta seguro y abierto para discutir información confidencial clave en un lugar privado.
¿Cómo podemos asegurarnos de que el beneficiario pueda completar la encuesta por teléfono?
Desde el principio nos preocupaba que las personas tuvieran la resistencia y el interés necesarios para responder preguntas durante 30 minutos, pero cuando comenzamos descubrimos que muchos tenían limitaciones físicas o mentales, como pérdida de la audición, que se interponían en el camino (de los que lo hicieron, el 87 por ciento informó una condición física, y el 1 por ciento una mental/psicológica). Por lo tanto, agregamos un conjunto de preguntas desde el principio para permitirles incluir un ayudante, generalmente un miembro de la familia para ayudar o ser un intermediario entre el encuestado y el entrevistador telefónico. Al final de la recopilación de datos, casi el 25 por ciento de los encuestados se había valido de la opción de recibir ayuda.
Lección aprendida: Asegúrese de tener en cuenta la población que está muestreando y cualquier discapacidad o dificultad que puedan tener con la encuesta. Diseñe la encuesta en sí y la metodología de recopilación de datos en torno a las necesidades de la población encuestada.
¿Qué significa esto para nuestros datos e investigaciones?
Aunque enfrentamos desafíos al hacer la transición a una encuesta telefónica durante la pandemia, nuestros pasos adicionales aseguraron que llegamos a las poblaciones más vulnerables y abordamos nuestras mayores preocupaciones. Nuestro trabajo y hallazgos están destinados a mejorar el proceso de digitalización para este programa específico en Bangladesh, pero también a proporcionar lecciones más amplias para la inclusión financiera y la incorporación de nuevas metodologías en futuros proyectos de investigación.
En nuestra próxima publicación, compartiremos los resultados de esta encuesta de seguimiento con más detalle. ¡Estén atentos!