La pandemia de COVID-19 ha provocado fuertes caídas en el empleo, los ingresos y el acceso a los mercados, empujando a la pobreza a decenas de millones de personas en países de ingresos bajos y medianos. Los programas de protección social han surgido como una respuesta fundamental a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia de COVID-19. Muchos de estos programas son medidas de asistencia social, que brindan beneficios a las personas incluso si no han pagado contribuciones al programa previamente. Antes de la pandemia, se había demostrado que la asistencia social en efectivo reducía con éxito la pobreza y mejoraba el bienestar en diversas dimensiones y en muchos países diferentes. Pero, ¿qué se sabe sobre hasta qué punto las transferencias de efectivo han mitigado los peores impactos sociales, económicos y sanitarios de la pandemia? ¿Y quién se ha beneficiado más de esa asistencia?

Este seminario web recopiló la evidencia actual sobre el efectivo durante la pandemia en una variedad de resultados que incluyen seguridad alimentaria y nutrición, apoyo a los medios de vida, comportamientos de salud y desigualdades. El seminario web destacó evaluaciones de impacto rigurosas de programas basados ​​en efectivo de países de América Latina y África, incluidas transferencias de efectivo y programas de obras públicas.

Ponentes

dan stein, Economista jefe, IDinsight
Kibrom Tafere, Economista del Equipo de Sostenibilidad e Infraestructura, Grupo de Investigación en Desarrollo
Naercio Aquino Menezes Filho, Profesor Titular (Presidente IFB) y Coordinador, Insper Public Policy Center
Pablo Querubin, Profesor asistente de Política y Economía, Universidad de Nueva York
Ana serrano (moderador), Gerente de Políticas y Asociaciones, IPA Colombia

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