Investigo si una intervención de desparasitación en las escuelas de Kenia tuvo efectos a largo plazo en los niños pequeños de la región. Exploto las externalidades positivas del programa para estimar los impactos en los niños más pequeños que no recibieron tratamiento directo. Diez años después de la intervención, encuentro grandes efectos cognitivos, comparables a entre 0.5 y 0.8 años de escolaridad, para niños que tenían menos de un año cuando sus comunidades recibieron tratamiento antiparasitario masivo. No encuentro ningún efecto sobre la altura del niño o el retraso del crecimiento. Debido a que el tratamiento se administró a través de las escuelas, también estimo los efectos entre los niños cuyos hermanos mayores recibieron tratamiento directamente; en esta subpoblación, los efectos sobre la cognición son casi el doble.