Los investigadores trabajaron con IPA para estudiar las repercusiones de la expansión de una red de agentes de dinero móvil en Kenia durante un periodo de seis años. El estudio estima que el acceso al sistema de dinero móvil sacó de la pobreza a 194,000 hogares, es decir, el 2 por ciento de los hogares keniatas. Los efectos fueron más notorios en las familias encabezadas por mujeres.

Los prestatarios tuvieron la oportunidad de financiar un activo empresarial por un valor cuatro veces superior al límite de endeudamiento anterior mediante un contrato de compraventa a plazos. El acceso al préstamo, basado en activos, permitió el crecimiento de las empresas, mayores beneficios para éstas y un aumento del consumo familiar, sobre todo, en alimentos y educación infantil.

Las tecnologías digitales permiten que nuevos productos financieros lleguen a poblaciones históricamente no bancarizadas, lo que aumenta el acceso financiero, pero también plantea dudas sobre su impacto social y económico más amplio. En Nigeria, los investigadores colaboran con un proveedor de servicios financieros digitales que concedió préstamos a los solicitantes, para evaluar cómo repercute el acceso a los préstamos digitales en el bienestar de los prestatarios.