En las zonas rurales del norte de Bangladesh, la temporada de escasez de otoño es la época más difícil del año, especialmente en Rangpur, donde cerca de la mitad de los 15.8 millones de residentes viven por debajo del umbral de la pobreza.

Los pobres sin tierra de Rangpur trabajan principalmente como jornaleros en las granjas vecinas. Pero en septiembre, mientras se espera que los cultivos maduren en los campos, no hay trabajo agrícola que hacer. Los salarios caen y, al mismo tiempo, la comida escasea porque aún faltan meses para la cosecha, por lo que el precio del arroz sube.

El doble golpe de los bajos salarios y los altos precios de los alimentos significa que los hogares se ven obligados a saltarse las comidas y también reducen la diversidad y la calidad de sus dietas. Esto es especialmente dañino para las mujeres embarazadas y los niños pequeños, ya que a la larga puede conducir a un desarrollo físico y cognitivo deficiente.

¿Cuál es la mejor manera de ayudar a los agricultores rurales durante la temporada de escasez? Esa es una de las muchas preguntas que Bangladesh Priorities ayudará a responder. El proyecto del Centro de Consenso de Copenhague, en asociación con BRAC, está trabajando con equipos de economistas para estudiar qué soluciones en una amplia gama de problemas pueden ayudar a Bangladesh a prosperar al máximo al menor costo.

Afortunadamente, existe una estrategia que promete ayudar a los pobres sin tierra durante la temporada de hambre en el norte de Bangladesh. Una nueva investigación realizada por Mushfiq Mobarak, economista de la Universidad de Yale, y Agha Ali Akram, becario postdoctoral de Evidence Action, sugiere que ayudar a las personas de áreas rurales a migrar para trabajar estacionalmente en los centros urbanos puede ayudar a las familias a superar la temporada de escasez. El gasto en estos programas puede proporcionar beneficios sociales de cuatro takas por cada taka gastado.