Ahmed Mushfiq Mobarak de la Universidad de Yale, que ha experimentado animando a los agricultores de Bangladesh a migrar a las ciudades durante la temporada de escasez, cree que es injusto comparar proyectos cuidadosamente probados con otros en los que las cifras de costo-beneficio están “esencialmente inventadas”. Sería una tontería agrupar proyectos confiables y de bajo puntaje por proyectos no probados de alto puntaje. Pero si el resultado es un mayor escrutinio de proyectos prometedores, el ejercicio es útil. Y casi cualquier cosa sería mejor que gastar dinero en proyectos porque sus patrocinadores pueden contar una buena historia o porque cuentan con el apoyo de políticos poderosos.