Rediseño de pagos por servicios ambientales en México para aumentar la rentabilidad
Resumen
La deforestación es la segunda mayor fuente humana de emisiones de dióxido de carbono. México tiene un programa de "pagos por servicios ambientales" (PSA) para proporcionar incentivos económicos a los propietarios de tierras para minimizar la deforestación, pero los recortes presupuestarios han sido recurrentes en los últimos años. Los investigadores están realizando un estudio piloto en un municipio de la Selva Lacandona (Chiapas) para encontrar formas de mejorar la rentabilidad del programa.
Tema de política
El calentamiento global y las cuestiones ambientales son cada vez más importantes en la lucha contra la pobreza. La evidencia sugiere que los efectos adversos del calentamiento global están afectando y seguirán afectando de manera desproporcionada a las personas que viven en la pobreza.[ 1 ] Entre las actividades humanas, la deforestación es la segunda mayor fuente humana de emisiones de dióxido de carbono, solo superada por la quema de combustibles fósiles. En este contexto, es imperativo contar con evidencia rigurosa de las mejores estrategias para proteger el medio ambiente, sin limitar los medios de vida de los más vulnerables. Evidencia previa sugiere que los incentivos financieros para los propietarios de tierras pueden reducir la deforestación, sin embargo, se necesita más evidencia para que estos programas sean más rentables.
Contexto de la Evaluación
México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo. Su situación geográfica, su complejidad orográfica y geológica, y su variedad de climas permiten que el 70 por ciento de la extensión total del territorio presente casi todo tipo de vegetación natural.[ 2 ] Al mismo tiempo, México ocupa uno de los primeros lugares en tasas de deforestación en el mundo.[ 3 ] En 2003, el gobierno mexicano lanzó sus "pagos por servicios ambientales" (PSA) nacionales con el objetivo de reducir la deforestación, mitigar el cambio climático y generar otros beneficios ambientales (por ejemplo, agua, biodiversidad).
El programa voluntario brinda a los propietarios de tierras elegibles incentivos económicos para compensar los costos de oportunidad de la conservación y los costos en que incurren los propietarios cuando implementan buenas prácticas ambientales. El PSA es el segundo programa más grande del mundo en términos de superficie forestal inscrita y gasto público y algo estudios han encontrado que es eficaz para reducir la deforestación y la pobreza rural. Sin embargo, la financiación anual de PES ha disminuido más de la mitad en los últimos años, y se esperan más recortes presupuestarios. Esto crea la necesidad y la oportunidad de estudiar si las innovaciones de diseño pueden mejorar la rentabilidad, permitiendo que el presupuesto limitado logre más.
Detalles de la Intervención
En México, los investigadores están realizando un estudio piloto de un año entre los solicitantes de PSA rechazados para determinar la rentabilidad de la variante actual del programa. El equipo de investigación seleccionará a 90 propietarios que cumplan con todos los criterios oficiales para participar en el programa, pero que hayan sido rechazados debido a restricciones presupuestarias, y los asignará aleatoriamente a una de las siguientes intervenciones:
Contrato de inscripción parcial: los propietarios de este grupo recibirán el contrato estándar, donde deciden qué subconjunto de sus tierras desean inscribir en el programa. La justificación de la inscripción parcial es reducir las barreras a la participación. Desafortunadamente, esta característica crea un amplio margen para los pagos inframarginales (pagos por la protección de una parcela forestal que habría sido protegida incluso sin el incentivo financiero) y, por lo tanto, aumenta los costos del programa. El contrato es por un año, en lugar de los cinco años que suele durar el programa.
Contrato de inscripción completa: los participantes de este grupo deberán inscribir todas sus tierras forestales en el programa para minimizar los pagos inframarginales (pagos por la protección de una parcela forestal que habría sido protegida incluso sin el incentivo financiero). Se espera que este cambio conduzca a que menos personas se inscriban en el programa, pero se preserve más bosque por cada dólar gastado en pagos. Debido a los costos fijos, la rentabilidad general del programa podría aumentar o disminuir.
El piloto se implementará en un municipio de la Selva Lacandona (Chiapas). Los investigadores no esperan que este piloto tenga poder estadístico para detectar diferencias en los impactos de la deforestación y la evidencia solo se aplicará a tierras individuales, no comunales. La encuesta inicial y el registro se realizarán durante abril y mayo de 2021. La deforestación en México generalmente ocurre de abril a agosto; los pagos se realizarán de abril a mayo de 2022. El equipo de investigación realizará una encuesta de seguimiento en abril y mayo de 2021.
Resultados y lecciones de política
Proyecto en curso. Resultados próximos.
Fuentes
[ 1 ] OCDE, “La pobreza y el cambio climático reducen la vulnerabilidad de los pobres a través de la adaptación”, consultado el 12 de marzo de 2021, http://www.oecd.org/env/cc/2502872.pdf.
[ 2 ] Conafor 2010, Inventario Nacional Forestal y de Suelos. Información Básica Forestal basada en la Cartografía de Uso de Suelo y Vegetación Serie IV escala 1:250,000 de INEGI.
[ 3 ] Jocelyn Soto, “Deforestación, ¿qué es, quién la causa y por qué debería importarnos?”, Greenpeace México, consultado el 12 de marzo de 2021, https://www.greenpeace.org/mexico/blog/4074/deforestacion-que- es-quien-la-causa-y-por-que-deberia-importarnos.