Los libros de cuentos y la participación de los padres son esenciales para desarrollar las habilidades de lenguaje y vocabulario de los niños, el desarrollo cognitivo y la preparación escolar. Sin embargo, según las Naciones Unidas, el 97 por ciento de los hogares en el África subsahariana tienen dos o menos libros para niños.[1] La falta de estos recursos puede contribuir a los bajos niveles de alfabetización infantil de la región. Incluso en Kenia, uno de los países mejor educados de África, los niños tienen pocas oportunidades de experiencias de lectura fuera del aula antes de llegar a la escuela primaria, especialmente en las zonas rurales. Una encuesta de 2011 en el condado de Kisumu en el oeste de Kenia encontró que el 84 por ciento de los niños menores de cinco años vivían en hogares sin un solo libro infantil.[2]

Los investigadores desarrollaron una intervención en el condado de Kisumu para distribuir libros de cuentos a los hogares y brindar capacitación a los cuidadores sobre cómo interactuar con sus hijos mientras leen. Los hogares recibieron seis libros en keniano con texto e imágenes en color: dos en inglés, dos en swahili y dos en el idioma local luo. Un total de 357 cuidadores y 510 niños de 2 a 6 años participaron en la intervención. Los resultados de interés incluyeron las habilidades de desarrollo del lenguaje de los niños y la frecuencia de las interacciones de lectura entre el niño y el cuidador. 

Los resultados mostraron que la distribución de libros de cuentos y, lo que es más importante, la capacitación sobre cómo hablar sobre el cuento aumentó la probabilidad de que los cuidadores leyeran a sus hijos y aumentó la comprensión de los libros por parte de los niños. La capacitación de los cuidadores aumentó la frecuencia y la calidad de la participación lectora de los niños y los cuidadores, así como el conocimiento de los niños de las palabras del vocabulario relacionado con los libros. Sin embargo, la capacitación adicional no tuvo un impacto en los resultados, lo que indica que una sesión de capacitación fue suficiente para aumentar la participación de los cuidadores. Si bien no hubo diferencias generales en la efectividad de la intervención según la alfabetización de los cuidadores, los niños de cuidadores analfabetos experimentaron el mayor aumento en el vocabulario expresivo relacionado con los libros de cuentos.

Fuentes

1. Keeley, Brian y Céline Little. El Estado Mundial de la Infancia 2017: Los niños en un mundo digital. UNICEF. 3 United Nations Plaza, Nueva York, NY 10017, 2017.

2. Oficina Nacional de Estadística de Kenia y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2011). Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados 2011, Provincia de Nyanza. Consultado en microdata.worldbank.org/index.php/catalog/2660.

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