¿Puede la innovación entre los microempresarios en Sudáfrica dar una lección a las corporaciones globales? Rajesh Chandy, Stephen Anderson-Macdonald y Bilal Zia así lo creen.

La pobreza masiva es un gran problema mundial, típicamente abordado a través de programas de ayuda multimillonarios. Pero un proyecto de investigación de base en los municipios empobrecidos de Sudáfrica sugiere otra solución sostenible. No es el primer estudio sobre el impacto de la formación profesional en los microempresarios de los países en desarrollo. Pero las iniciativas anteriores han tendido a mostrar que los beneficios son pequeños o de corta duración. Este proyecto es notable porque es el primero en demostrar lo contrario. “Se pueden resolver muchos de los problemas de pobreza y crecimiento en el mundo haciendo mejores negocios”, dice Rajesh Chandy de LBS, uno de los tres académicos que idearon el proyecto. “Los microempresarios representan el tipo de negocio más común en el mundo. Sin embargo, tendemos a ignorarlos, aunque estén escondidos a simple vista. Si podemos ayudarlos a transformar sus vidas comerciales, probablemente también transformaremos las vidas de sus comunidades, dada la prevalencia de este tipo de negocios”. No solo eso, sino que las lecciones aprendidas que informarán las políticas en las economías emergentes, como las del sur de África, también podrían aplicarse en los mercados desarrollados. “Al estudiar la vida de los empresarios a muchos miles de kilómetros de distancia, incluso podríamos aprender un poco sobre nosotros mismos”, dice Chandy.