Convencer a las instituciones crediticias para que brinden crédito a los pobres puede ser un desafío dado que los clientes más pobres a menudo tienen un historial crediticio limitado o nulo y, por lo tanto, se consideran de alto riesgo. Un estudio piloto en Malawi mostró que el uso de huellas dactilares como identificaciones únicas para rastrear los historiales de crédito aumentó el comportamiento de pago de los prestatarios de microfinanzas, lo que promete ser una forma de ayudar a más prestatarios pobres a acceder al crédito. Con apoyo de Empresas de impacto en el desarrollo de USAID, los investigadores colaboraron con prestamistas y un depósito centralizado de datos crediticios en Malawi para evaluar el impacto de este enfoque antes de su transición a escala. La implementación de la ampliación enfrentó muchos desafíos y los investigadores observaron una adopción relativamente baja de la identificación de huellas dactilares por parte de las instituciones microfinancieras locales. Estos resultados resaltan el desafío de ampliar una tecnología complicada en un entorno con recursos limitados y la importancia más amplia de evaluar las intervenciones más allá de la escala piloto antes de expandirlas para llegar a poblaciones más grandes.