La gran mayoría de los programas de microfinanzas, en particular los esfuerzos de préstamos grupales, se dirigen explícitamente a las mujeres. Este enfoque surgió en parte de la creencia, respaldada por algunas investigaciones, de que es más probable que las mujeres inviertan en el hogar como un todo, particularmente en los niños. Dado eso, ¿qué podemos hacer para mejorar la autosuficiencia financiera de las mujeres, ya sea a través del empleo, el éxito empresarial o herramientas bien pensadas de gestión de riesgos?

Barbara Magnoni, presidenta de EA Consultants, una consultora de desarrollo que asesora en el diseño de productos de microfinanzas, piensa que podríamos empezar por tener una visión más diferenciada de hombres y mujeres como clientes de microfinanzas. 

“Los hombres y las mujeres se enfrentan a diferentes limitaciones y, a menudo, tienen diferentes tipos de negocios. EA Consultants completó recientemente un gran estudio para el Banco Interamericano de Desarrollo sobre las barreras al crecimiento empresarial para las mujeres microempresarias. Uno de nuestros hallazgos es que las mujeres en América Latina suelen tener el mismo nivel de educación que los hombres, pero están menos capacitadas en oficios altamente rentables. Una muestra de las bases de datos de clientes de algunas IMF también mostró que sus negocios eran consistentemente más pequeños que los de los hombres; los negocios más pequeños naturalmente significan menores ganancias. Estas limitaciones de habilidades podrían estar orientándolas hacia negocios menos rentables y podrían superarse con capacitación enfocada para mujeres en oficios rentables. Sin embargo, muchas IMF se muestran tímidas ante la capacitación debido a problemas de capacidad y percepciones del costo”.

Magnoni dice que incluso cuando las IMF ofrecen capacitación, no entienden la necesidad del cliente. “Aprendí más sobre la relación entre la inflación y el tipo de cambio de los taxistas en Chile en 1990 que de cualquier profesor de la Universidad y la escuela de posgrado. Una mujer analfabeta en Puno, Perú fue capaz de hacer la aritmética más compleja en su cabeza para mí. Los inmigrantes mexicanos en Nueva York pueden explicar el valor de los servicios de cambio de cheques, a pesar de las altas tarifas. Los pobres viven los conceptos que estudiamos a diario. Su supervivencia depende de su capacidad para tomar decisiones financieras racionales a un nivel muy micro. Sigo pensando que la educación financiera es importante, pero la capacitación para mujeres pobres debe definirse de manera más amplia para incluir otras áreas específicas de necesidad”.

Para saber más de Barbara Magnoni, asista a la Conferencia de Innovación e Impacto de las Microfinanzas en la ciudad de Nueva York del 21 al 23 de octubre.