En IPA, a menudo vendemos a las organizaciones la idea de realizar pruebas aleatorias, señalando que las corporaciones lo hacen todo el tiempo y que no pagarían por las evaluaciones si no les resultaran útiles. En el Washington Post de hoy, Steven Pearlstein tiene un artículo interesante con ejemplos de ensayos aleatorios del mundo de los negocios. Conocía Capital One y Google, pero Pearlstein indaga más y extrae resultados de las tiendas Kraft, Family Dollar e incluso de los restaurantes Red Lobster:

Red Lobster, por ejemplo, usó software para probar nueve esquemas de remodelación para sus restaurantes, mezclando y combinando opciones de bajo, mediano y alto costo para diseños interiores y exteriores. Si bien el jefe de finanzas de la cadena no dijo qué combinación ganó, sí informó que la ganadora impulsó las ventas en un 8 por ciento, una guía útil cuando se está a punto de invertir $200 millones.

Artículo completo esta página. Pearlstein también tiene una historia de origen para ensayos aleatorios que no había escuchado antes, que involucran diferentes curas para el escorbuto.