Lamentablemente, no hubo una evaluación aleatoria, por lo que no podemos estar seguros. Pero hay buenas razones para creer que el esquema nacional de subsidios a los fertilizantes de Malawi ha tenido éxito en el aumento de la producción agrícola.  

Una de las principales preocupaciones de los críticos es el costo total del esquema. En Malawi, alrededor del 9% de todo el gasto del gobierno se destina al subsidio.

¿Qué pasaría si pudiéramos obtener resultados similares por casi nada?

Eso es mas o menos lo que Esther Duflo, Michael Kremer y Jonathan Robinson encontrados en Kenia. Pensaron que los agricultores podrían estar invirtiendo poco en fertilizantes debido a la postergación y la impaciencia en lugar del costo. Ofrecieron a los agricultores la oportunidad de comprar un cupón de fertilizante en el momento de la cosecha cuando tenían dinero en efectivo, para usarlo más tarde durante la próxima temporada de siembra. 

El programa fue popular y aumentó significativamente el uso de fertilizantes. El efecto fue en realidad mayor que un subsidio de fertilizantes del 50%.

¿Pueden los empujones de bajo costo reemplazar los subsidios de alto costo?