Lo que tenemos aquí es una falla en la comunicación: tres formas de cerrar la brecha entre académico y profesional

Lo que tenemos aquí es una falla en la comunicación: tres formas de cerrar la brecha entre académico y profesional

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Un requisito previo para la formulación de políticas basadas en evidencia es la existencia de una relación de colaboración entre los mundos de la investigación, la política y la práctica. Pero, ¿cómo facilitamos una comunicación tripartita productiva entre estos actores?

En el Programa de Inclusión Financiera de Innovations for Poverty Action (un socio de contenido de NextBillion), hemos organizado una serie de grandes conferencias con la intención de catalizar conversaciones. Pero hemos descubierto que los prejuicios vagos pueden empañar lo que podrían ser oportunidades para escuchar y aprender. Los profesionales a veces sospechan que los investigadores trabajan en proyectos únicamente por interés académico, sin interés en el lado humano de la investigación, o que se centran demasiado en la metodología y carecen de comprensión del contexto o la aplicación práctica. Los investigadores a veces piensan que los profesionales y los formuladores de políticas valoran solo la política, la intuición o la emoción al tomar decisiones, en lugar de los hechos y la evidencia, o que anteponen sus propios intereses a los de sus clientes. Y cada sector, e incluso organización, tiene su propio vocabulario y jerga que es una segunda naturaleza para las personas dentro del sector, pero fácilmente malinterpretado por los que están fuera. Cada falla en la comunicación es una oportunidad perdida: los investigadores no pueden escuchar las preguntas que los profesionales necesitan responder o conocer las limitaciones en las que operan; los profesionales no pueden digerir la evidencia que han generado los investigadores, o pensar en cómo podría aplicarse a su propio trabajo.

En un esfuerzo por crear un espacio para una comunicación cooperativa más efectiva, esta primavera y verano organizamos una serie de talleres sobre políticas para proveedores de servicios financieros, reguladores e investigadores locales en Bogotá, Manila y Mumbai. Queríamos proporcionar un foro íntimo para que personas de diferentes sectores se cuestionaran fácilmente, criticaran los enfoques de los demás, debatieran puntos polémicos, sacaran a la luz preguntas de política sin respuesta y analizaran las implicaciones de la evidencia rigurosa para su país e institución. Si bien el “éxito” a más largo plazo es difícil de definir y medir para eventos de políticas como estos, nos alentó el nivel de participación de los participantes y la riqueza de las discusiones en cada evento. Aquí hay tres elementos de diseño que nosotros (y los participantes del evento) pensamos que funcionaron bien:

  • Contenido limitado y curado. Cada taller duró solo un día y consistió en muy pocos temas prioritarios cuidadosamente seleccionados para los proveedores de servicios financieros y los reguladores en el país en particular. Mantuvimos un número pequeño de participantes, para asegurarnos de que solo las organizaciones y las personas interesadas en esos temas estuvieran en la sala (aunque aún así nos aseguramos de que estuvieran representados múltiples sectores y perspectivas). Creemos que eso generó una audiencia más interesada, menos fatigada y más cómoda.
  • Enfásis en discusión. Dividimos el día de la manera más uniforme posible entre presentaciones y debates abiertos, para brindar a todos la oportunidad de hacer preguntas, expresar inquietudes y compartir experiencias en un formato menos estructurado. Para facilitar una atmósfera centrada en la discusión, en dos de los tres talleres los presentadores no usaron diapositivas de PowerPoint; en cambio, durante sus presentaciones permanecieron sentados, al estilo de una sala de juntas, con el resto de los participantes. Nos impresionó la cantidad de debates de ida y vuelta, que a veces eran polémicos pero casi siempre productivos.
  • Sin presentaciones académicas. Pedimos a todos los investigadores que se centraran en las implicaciones prácticas y políticas de su trabajo, en lugar de describir los detalles de estudios particulares, en un esfuerzo por reducir el lenguaje académico. También invitamos a profesionales que habían participado en estudios de investigación en el pasado para compartir cómo los resultados afectaron el trabajo de sus organizaciones. Varios asistentes nos dijeron que era una valiosa adición a nuestras mesas redondas.

Los comentarios positivos que recibimos de los que estaban en la sala sugieren que estamos en el camino correcto, ¡pero queremos seguir mejorando! Si tiene ideas sobre cómo podemos seguir mejorando el aprendizaje y la comunicación, lo invitamos a compartirlas en los comentarios. También continuaremos impulsando buenas ideas a través de nuestro fondo de investigación competitivo, que se dedica a ayudar a académicos, profesionales y legisladores a diseñar y probar juntos nuevas innovaciones de inclusión financiera.

La serie de talleres de política en Bogotá, Manila, y Mumbai fueron posibles gracias al Fondo de Investigación de Capacidad Financiera IPA de Citi, respaldado por la Fundación Citi.

Nota del editor: este blog se publicó originalmente en NextBillion esta página.

03 de Octubre de 2016