En estos días, toda historia sobre las microfinanzas comienza en 2006, cuando Muhammad Yunus y Grameen Bank recibieron el Premio Nobel de la Paz por su revolucionario producto: pequeños préstamos para los más pobres.

“No se puede lograr una paz duradera”, escribió la organización Nobel, “a menos que grandes grupos de población encuentren formas de salir de la pobreza. El microcrédito es uno de esos medios. El desarrollo desde abajo también sirve para promover la democracia y los derechos humanos”.

Desafortunadamente, en 2006 no había pruebas. No tenía más sentido dar a las microfinanzas un premio de la paz que dárselo a un presidente en ejercicio en su primer...

Oh espera. Creo que veo un patrón.

Bueno, la evidencia ha llegado. Si quieres leer algo sobre microfinanzas, voto por este nuevo resumen de políticas: un resumen de siete ensayos controlados aleatorios en cuatro continentes, de las organizaciones de investigación Innovations for Poverty Action y Poverty Action Lab.