The Economist escribe que a pesar de las difíciles condiciones en el Líbano (una crisis económica, la pandemia de coronavirus y el chivo expiatorio de los refugiados), muchos refugiados sirios que viven en el Líbano tienen la intención de quedarse. El artículo cita un estudio que encontró que la mayoría de los refugiados sirios en el Líbano planean quedarse en el futuro previsible, una decisión que está más influenciada por las condiciones en Siria que en el Líbano.