Rx: Naturaleza Humana

Rx: Naturaleza Humana

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Durante la última década, gobiernos e instituciones de todo el mundo han gastado aproximadamente $9 mil millones anuales para combatir flagelos de la salud pública como el VIH/SIDA, la malaria y las enfermedades transmitidas por el agua. Sin embargo, más de 13 millones de personas mueren cada año, principalmente en los países en desarrollo, por afecciones médicas para las que existe una prevención o un tratamiento eficaces. ¿Por qué?

La respuesta común es señalar las barreras a la atención médica creadas por su costo y disponibilidad desigual. Sin duda, los desafíos de la coordinación y la logística a gran escala juegan un papel, particularmente en países con infraestructura y gobernanza deficientes. Pero mejorar el acceso y el uso de productos y servicios de salud esenciales requerirá más que abordar la proximidad y el precio.

Mi investigación de laboratorio y de campo en África, América Latina y el sudeste asiático, y la de otros economistas del comportamiento y del desarrollo de todo el mundo, apunta a otro factor clave en la ecuación del cuidado de la salud: la naturaleza humana. La economía del comportamiento nos ha demostrado que no siempre actuamos en nuestro mejor interés, sin importar dónde vivamos. Esto es tan cierto para las decisiones de salud como para las económicas. Una variedad de sesgos, límites en la cognición y motivaciones lleva a las personas de todos los ámbitos de la vida a tomar decisiones de salud subóptimas.

La buena noticia, como mostrará este artículo, es que la naturaleza humana también puede ser una fuente de soluciones. Al comprender los procesos cognitivos que subyacen a nuestras elecciones de salud y aplicar las herramientas de la economía del comportamiento, es posible diseñar productos y programas que fomenten las buenas decisiones de salud y el cambio de comportamiento a largo plazo.

30 abril 2013