María es investigadora asociada sénior del Programa SME de IPA que estudia los impactos de género de COVID-19. Es candidata a doctorado en economía en la Universidad de Georgetown, con especialización en microeconomía aplicada y economía del desarrollo, con énfasis en género. Ha realizado investigaciones sobre los efectos de los delitos violentos en los gastos del hogar y el poder de negociación de las mujeres, los derechos de las mujeres a la tierra en Tanzania y los efectos de tener niñas en la estructura familiar en África subsahariana. Antes de su tesis, María trabajó en consultoría económica.