Alrededor del 17 por ciento de la población mundial ha recibido al menos un pago de transferencia de efectivo relacionado con COVID-19 desde el inicio de la pandemia. Muchas de estas transferencias se han realizado digitalmente para brindar un alivio económico de manera eficiente y segura a los hogares afectados. Entre los países de ingresos bajos y medianos (LMIC) que ofrecieron transferencias de efectivo, 58 desembolsaron fondos directamente a una cuenta bancaria en pleno funcionamiento, una cuenta solo para retiro de beneficios o una cuenta no bancaria digital. La investigación de Innovations for Poverty Action (IPA) de Filipinas, Colombia y Bangladesh explora la experiencia de los consumidores con las transferencias digitales de efectivo y respalda las recomendaciones de políticas para mejorar la eficacia de los pagos G2P y la futura inclusión financiera.
 

aproximadamente el 17 por ciento de la población mundial ha recibido al menos una transferencia monetaria a causa de la contingencia del COVID-19. Muchas de estas transferencias se han realizado de forma digital para brindar alivio económico de una manera eficiente y segura a los hogares más impactados por la emergencia sanitaria. Entre los países de ingresos bajos y medios que ofrecieron transferencias monetarias, 58 desembolsaron fondos de forma directa ya sea a cuentas bancarias que ya se encontraron activas, a cuentas destinadas únicamente al retiro de las transferencias o una cuenta digital no bancaria. Innovations for Poverty Action (IPA) realizó una investigación en Filipinas, Colombia y Bangladesh para explorar la experiencia de los beneficiarios con las transferencias monetarias digitales. Como resultado, IPA emite una serie de recomendaciones para mejorar la eficacia de los pagos de gobierno a persona (G2P) así como para fomentar la inclusión financiera.