El conocimiento financiero es fundamental para tomar decisiones acertadas que fomenten la salud financiera y protejan a los consumidores de la depredación. Una herramienta ampliamente utilizada para desarrollar esta capacidad es la educación financiera. Sin embargo, la evidencia sugiere que los enfoques convencionales que enseñan conceptos en entornos estilo aula son ineficaces y costosos a gran escala, especialmente para usuarios de bajos ingresos. Hallazgos más recientes indican que personalizar la educación financiera según las necesidades, los intereses y la ubicación de los participantes puede aumentar el impacto, aunque hacerlo de una manera rentable y escalable sigue siendo un desafío. Esta evaluación aleatoria de un programa de educación financiera basado en tabletas con beneficiarios en su mayoría mujeres de un programa de transferencias monetarias condicionadas (CCT, por sus siglas en inglés) en Colombia ofrece evidencia sobre cómo diseñar y escalar un programa efectivo de educación financiera digital. Los resultados indican que la Iniciativa LISTA tuvo impactos positivos significativos en el conocimiento financiero, las actitudes, las prácticas y el desempeño, aumentando para las poblaciones más pobres, menos educadas y más rurales, y los usuarios exhibieron una mejor salud financiera dos años después. Los mecanismos críticos incluyeron contenido bien diseñado y un componente de aprendizaje social. Sin embargo, el impacto a largo plazo en la inclusión financiera formal fue limitado, lo que sugiere los posibles beneficios de combinar soluciones del lado de la oferta con intervenciones de educación financiera.