Las personas pueden subestimar los comportamientos sensibles y riesgosos como la violencia o el abuso de sustancias en las encuestas. La información errónea relacionada con el tratamiento es especialmente preocupante en el análisis causal. Desarrollamos y probamos una técnica de validación de encuestas que utiliza un trabajo cualitativo intensivo para verificar errores de medición en submuestras aleatorias de encuestados. Investigadores locales capacitados pasaron varios días hablando y observando a los encuestados a los pocos días de su encuesta, validando seis comportamientos: cuatro potencialmente sensibles (crimen, consumo de drogas, falta de vivienda, juegos de azar) y dos no sensibles (carga de teléfonos y gastos de videoclub). Los sujetos se inscribieron en un ensayo aleatorio diseñado para reducir la pobreza y los comportamientos antisociales. No encontramos evidencia de subnotificación de comportamientos sensibles, en parte porque (descubrimos) el estigma en esta población es bajo. Sin embargo, los gastos no sensibles no fueron informados, especialmente por el grupo de control, probablemente debido al comportamiento estratégico y al sesgo de recuerdo. La principal contribución es un método de validación replicable para comportamientos observables y potencialmente sensibles.