Una intervención realizada por enfermeras en una clínica para abordar la violencia de pareja íntima entre mujeres de bajos ingresos en la Ciudad de México: hallazgos de un ensayo controlado aleatorizado por conglomerados

Una intervención realizada por enfermeras en una clínica para abordar la violencia de pareja íntima entre mujeres de bajos ingresos en la Ciudad de México: hallazgos de un ensayo controlado aleatorizado por conglomerados

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Antecedentes: Faltan evaluaciones rigurosas de las intervenciones del sector de la salud que abordan la violencia de pareja íntima (VPI) en países de ingresos bajos y medianos. Nuestro objetivo fue evaluar si una intervención mejorada a cargo de enfermeras reduciría la violencia de pareja y mejoraría los niveles de comportamientos de planificación de seguridad, el uso de recursos comunitarios, la coerción reproductiva y la calidad de vida mental.

Métodos: Asignamos aleatoriamente 42 clínicas de salud pública en la Ciudad de México a brazos de tratamiento o control. En las clínicas de tratamiento, las mujeres recibieron la sesión impartida por enfermeras (detección de IPV, referencias de apoyo, evaluaciones de riesgos de salud/seguridad) al inicio (T1) y una sesión de asesoramiento de refuerzo después de 3 meses (T2). En las clínicas de control, las mujeres recibieron exámenes de detección y una tarjeta de derivación de parte de las enfermeras. Las encuestas se realizaron en T1, T2 y T3 (15 meses desde el inicio). Nuestro resultado principal fue la VPI física y sexual del último año. Los análisis de intención de tratar se realizaron a través de modelos de intersecciones aleatorias de tres niveles para evaluar el término de interacción para el estado del tratamiento por tiempo.

Resultados: Entre abril y octubre de 2013, 950 mujeres (480 en clínicas de control, 470 en clínicas de tratamiento) con experiencias recientes de IPV se inscribieron en el estudio. Si bien se observaron reducciones en IPV para las mujeres inscritas en tratamiento (OR, 0.40; IC 95 %, 0.28–0.55; P < 0.01) y control (OR, 0.51; IC 95 %, 0.36–0.72; P < 0.01) clínicas en T3 (julio a diciembre de 2014), no se observaron efectos significativos del tratamiento (OR, 0.78; IC 95 %, 0.49–1.24; P = 0.30). En el T2 (julio a diciembre de 2013), las mujeres en las clínicas de tratamiento informaron mejoras significativas, en comparación con las mujeres en las clínicas de control, en la calidad de vida mental (β, 1.45; IC 95 %, 0.14–2.75; P = 0.03) y comportamientos de planificación de seguridad (β, 0.41; IC 95 %, 0.02–0.79; P = 0.04).

Conclusión: Si bien se observaron reducciones en los niveles de IPV entre las mujeres tanto en las clínicas de tratamiento como de control, la intervención mejorada de enfermería no fue más efectiva para reducir la IPV. La intervención de enfermería mejorada puede ofrecer mejoras a corto plazo para abordar la planificación de la seguridad y la calidad de vida mental. Las enfermeras pueden desempeñar un papel de apoyo para ayudar a las mujeres con experiencias de IPV.

12 de Julio de 2017