Investigaciones anteriores sugieren que mejorar el conocimiento político y la coordinación de los ciudadanos puede aumentar la participación política y la rendición de cuentas y ayudar a canalizar las quejas a través de procesos democráticos en lugar de conflictos. Un experimento de campo aleatorio en Perú demuestra que la educación cívica a veces puede tener efectos perversos en estos resultados. Encuentro que los talleres de educación cívica reducen la participación en el proceso de “presupuesto participativo” del distrito y aumentan el apoyo a la protesta como herramienta para sancionar a los políticos. Aunque la intervención aumenta el inicio de destituciones para los alcaldes de bajo desempeño, estos alcaldes responden a la amenaza de destitución reduciendo aún más su esfuerzo. En conjunto, la evidencia sugiere que una mejor información y coordinación de las élites locales no es suficiente para mejorar el desempeño del gobierno donde anteriormente se había rezagado.