La mayoría de las discusiones académicas y de políticas de desarrollo sobre los microempresarios se centran en las restricciones crediticias y suponen que, sujetos a esas restricciones, los empresarios administran su negocio de manera óptima. Sin embargo, los pobres que trabajan por cuenta propia rara vez tienen capacitación formal en habilidades comerciales. Un número creciente de organizaciones de microfinanzas están tratando de desarrollar el capital humano de los microempresarios para mejorar el sustento de sus clientes y ayudar a promover su misión de aliviar la pobreza. Usando un ensayo de control aleatorio, medimos el impacto marginal de agregar capacitación empresarial a un programa peruano de préstamos grupales para mujeres microempresarias. Los grupos de tratamiento recibieron sesiones de capacitación empresarial de treinta a sesenta minutos durante su reunión bancaria semanal o mensual normal durante un período de uno a dos años. Los grupos de control permanecieron como antes, reuniéndose con la misma frecuencia pero únicamente para realizar pagos de préstamos y ahorros. Encontramos poca o ninguna evidencia de cambios en los resultados clave, como los ingresos comerciales, las ganancias o el empleo. No obstante, observamos mejoras en el conocimiento comercial y mayores tasas de retención de clientes para la institución de microfinanzas.