Empoderamiento y Medios de Vida para Adolescentes en Sierra Leona
Resumen
Las adolescentes que viven en entornos de bajos ingresos pueden quedar atrapadas en un círculo vicioso que les impide conseguir empleo y lograr mejores resultados de salud y autonomía reproductiva. Los investigadores evaluaron el impacto de un programa en Sierra Leona llamado Empoderamiento y Medios de Vida para Adolescentes (ELA) que apunta a abordar este problema combinando educación para la salud, capacitación vocacional y microcrédito. Paralelamente a esta intervención, la epidemia de Ébola de 2014-2015 provocó el cierre de escuelas en toda Sierra Leona. Los investigadores descubrieron que, si bien las niñas experimentaron un mayor número de embarazos en la adolescencia y una menor asistencia a la escuela después del ébola, los clubes de ELA mitigaron muchos de estos efectos negativos.
Tema de política
Las adolescentes de los países de bajos ingresos parecen estar atrapadas en un círculo vicioso en el que las bajas habilidades y las escasas oportunidades en el mercado laboral hacen que las niñas recurran a hombres (a menudo mayores) en busca de apoyo financiero; esto aumenta las posibilidades de tener hijos, lo que, a su vez, reduce aún más las posibilidades de adquirir habilidades útiles y de participación futura en la fuerza laboral. El cierre de escuelas como resultado de epidemias virales tiene el potencial de exacerbar estos riesgos al reducir el tiempo que se pasa lejos de los hombres mayores, lo que podría aumentar la exposición a embarazos precoces y abuso sexual. En investigación previa En Uganda, los investigadores descubrieron que una combinación de educación sanitaria y formación profesional puede ayudar a las niñas a aumentar la participación escolar y disminuir el riesgo de embarazo. Este estudio examina si un programa similar podría ser útil para reducir los efectos negativos del cierre de escuelas provocado por la epidemia en el tiempo dedicado a los hombres, el embarazo y la matrícula escolar.
Contexto de la Evaluación
En Sierra Leona, las mujeres frecuentemente enfrentan violencia y explotación de género. Cincuenta y uno por ciento de las mujeres en Sierra Leona informan haber experimentado abuso físico, sexual o emocional por parte de su marido o pareja. Sierra Leona es también uno de los países menos igualitarios en el índice de Igualdad de Género del PNUD y tiene la tasa de mortalidad materna más alta de todos los países. De las 4,700 niñas y mujeres encuestadas para esta intervención, que tenían una edad promedio de 18 años, el 28 por ciento estaban casadas y casi la mitad tenían hijos. Para las casadas, la edad promedio para contraer matrimonio era 16 años, mientras que la edad promedio de sus maridos era casi el doble. De las mujeres en relaciones, el 46 por ciento informó violencia de pareja. Incluso entre quienes no están casados, el embarazo es un factor de riesgo significativo: el 75 por ciento de la muestra informó ser sexualmente activa, comenzando a una edad promedio ligeramente inferior a los 15 años. Este tipo de actividades pueden limitar las oportunidades profesionales de las niñas, ya que sólo el 12 por ciento de las personas mayores encuestadas Las aldeas comparadas, por ejemplo, creían que a las mujeres se les debería permitir continuar sus estudios cuando estaban embarazadas.
La epidemia de ébola que afectó a África occidental entre 2014 y 2016 tuvo el potencial de exacerbar aún más el riesgo de embarazo, abuso sexual y abandono escolar de las niñas. Aproximadamente la mitad de todos los casos durante la epidemia provinieron de Sierra Leona, y el país cerró todas las escuelas primarias y secundarias durante el año académico 2014-2015. Estos cierres tenían el potencial de reducir la educación de las niñas y aumentar su exposición a hombres mayores, lo que se vio exacerbado por la decisión del gobierno de Sierra Leona en abril de 2015 de prohibir a las “niñas visiblemente embarazadas” volver a matricularse en las escuelas tras su reapertura.
Detalles de la Intervención
Los investigadores se asociaron con BRAC, una ONG que había implementado más de 9,000 clubes de Empoderamiento y Medios de Vida para Adolescentes (ELA) en todo el mundo desde 1993, para realizar una evaluación aleatoria para probar el impacto de los clubes ELA en la asistencia a la escuela y el embarazo adolescente. Los investigadores asignaron aleatoriamente 200 aldeas de los distritos de Port Loko, Kambia, Moyamba y Pujehun de Sierra Leona en dos categorías:
- Pueblos ELA: Se proporcionó un club ELA a 150 aldeas. Estos clubes no cobraban cuotas de membresía y originalmente estaban destinados a estar abiertos cinco días a la semana y ofrecer un espacio seguro para todas las mujeres y niñas de la zona. Los programas contaron con mentores capacitados por BRAC, que eran niñas adolescentes mayores de la misma comunidad y brindaron capacitación en habilidades para la vida, así como profesionales capacitados de BRAC que dirigieron capacitaciones vocacionales. Se ofrecieron diferentes programas dentro de los clubes de ELA según las aldeas: 50 aldeas recibieron solo capacitación en habilidades para la vida, 50 recibieron capacitación en habilidades para la vida y capacitación vocacional, y 50 recibieron capacitación en habilidades para la vida, capacitación vocacional y en microfinanzas.
- Pueblos de comparación: 50 pueblos de comparación no recibieron un club ELA.
Además, los investigadores realizaron una serie de encuestas antes, durante y después de su intervención. Realizaron una encuesta de referencia entre febrero y mayo de 2014, preguntando a 5,775 mujeres de entre 12 y 25 años en 200 aldeas sobre su nivel educativo, sus actividades en el mercado laboral, sus comportamientos sexuales y cómo dividían su tiempo entre actividades semanales. Realizaron su encuesta final entre febrero y marzo de 2016, después de que la epidemia de ébola se hubiera disipado en gran medida. Entre la línea de base y la línea final, el trabajo de campo se suspendió en todo el país, por lo que los investigadores realizaron encuestas telefónicas con los mentores de los clubes de ELA sobre el funcionamiento del club y con los líderes de las aldeas sobre el impacto del Ébola en su región. Finalmente, los investigadores realizaron una encuesta de seguimiento entre junio de 2019 y enero de 2020 para medir los resultados a largo plazo para las mujeres y las niñas.
Resultados y lecciones de política
Después de la epidemia de ébola, las mujeres de la muestra pasaron más tiempo con los hombres, tenían más probabilidades de quedar embarazadas y menos probabilidades de matricularse en la escuela. Este efecto se concentró especialmente entre las niñas que vivían en aldeas que los investigadores consideraban de mayor riesgo de embarazo. Sin embargo, los clubes de ELA mitigaron muchos de estos resultados, especialmente en aldeas con alto riesgo de embarazo, y los efectos de los clubes de ELA sobre el embarazo y la educación siguieron siendo significativos en las encuestas de seguimiento años después.
Asistencia al club: Las aldeas con clubes de ELA tuvieron una asistencia relativamente alta durante su funcionamiento. El setenta por ciento de los clubes abrieron a tiempo y el 71 por ciento de las mujeres y niñas de las aldeas con clubes de ELA asistieron al menos a una reunión (en comparación con el 4 por ciento de las que vivían en aldeas de comparación). En todas las aldeas, las mujeres y las niñas pasaron un promedio de 3 horas por semana en clubes de ELA.
Tiempo pasado con hombres: En ausencia de clubes de ELA, las niñas y mujeres de las aldeas con alto riesgo de embarazo durante el brote de ébola aumentaron el tiempo que pasaban con los hombres en 1.27 horas en promedio (un aumento del 50 por ciento) en comparación con aquellas de las aldeas con bajo riesgo de embarazo. En las aldeas de alto riesgo sin clubes de ELA, el embarazo adolescente aumentó en 10.5 puntos porcentuales en relación con las aldeas de bajo riesgo. Sin embargo, las niñas de las aldeas de alto riesgo con clubes de ELA pasaban 1.86 horas menos por semana con los hombres que sus pares de las aldeas de alto riesgo sin clubes de ELA, y las niñas de las aldeas de bajo riesgo pasaban 0.6 horas menos por semana con los hombres cuando sus aldeas tenían Clubes ELA. En consecuencia, el riesgo de embarazo asociado con vivir en una aldea con alto riesgo de embarazo se revirtió por completo con la presencia de un club ELA en esa aldea. Estos resultados indican que los clubes de ELA proporcionaron un entorno social seguro para que las mujeres pasaran su tiempo como una alternativa a los hombres con quienes eran sexualmente activas.
Resultados educativos: El efecto de los clubes de ELA sobre la asistencia a la escuela varió según si la aldea estaba categorizada como de alto o bajo riesgo. En comparación con las aldeas sin clubes de ELA, pasar de una aldea de bajo riesgo a una de alto riesgo redujo la matrícula educativa en 17 puntos porcentuales. Sin embargo, la matrícula escolar fue 8.5 puntos porcentuales más alta en las aldeas de alto riesgo con clubes ELA que en las aldeas de alto riesgo sin ellos; Por lo tanto, los clubes de ELA redujeron efectivamente a la mitad la caída en la inscripción posterior a la epidemia. Por el contrario, en las aldeas de bajo riesgo, la presencia de clubes ELA redujo la matrícula escolar en otros 5.2 puntos porcentuales. Tales resultados sugieren que, en las aldeas con alto riesgo de embarazo, la presencia de ELA puede haber reducido el embarazo lo suficiente como para estimular la inscripción escolar neta. Sin embargo, en las aldeas con menor riesgo de embarazo, el tiempo desviado de la escuela hacia actividades de ELA puede haber superado el aumento en la asistencia a la escuela debido a un menor riesgo de embarazo.
Seguimientos a largo plazo: Los investigadores encontraron efectos persistentes tanto de las aldeas de alto riesgo como de los clubes ELA en sus encuestas de seguimiento de 2019-2020. Las aldeas de alto riesgo que no pertenecen a ELA tuvieron una tasa de embarazo 15 puntos porcentuales más alta que las aldeas de bajo riesgo que no pertenecen a ELA, y las tasas de asistencia a la escuela fueron 11 puntos porcentuales más bajas. Sin embargo, la presencia de ELA modula algunos de estos efectos: aunque aquellos en aldeas de alto riesgo dedicaron casi 7 horas por semana menos a actividades de aprendizaje, la presencia de clubes de ELA en aldeas de alto riesgo aumentó el tiempo de aprendizaje en 7.8 horas por semana.
Las crisis sanitarias plantean un grave riesgo de generar brechas de género, especialmente en lo que se refiere a la educación y la maternidad. Sin embargo, las intervenciones de política pueden desempeñar un papel importante en la reducción de estos shocks negativos, especialmente en las regiones de mayor vulnerabilidad. A la luz de la pandemia contemporánea de Covid, los hallazgos de los investigadores sugieren el valor de las intervenciones basadas en la salud y la educación para mujeres y niñas, particularmente donde la enfermedad tiene el potencial de generar los mayores impactos dispares de género.
Lea más sobre el programa ELA Sierra Leona aquí.
Lea sobre investigaciones anteriores sobre el programa en Uganda aquí.