El impacto de un programa de pensiones en el bienestar de los adultos mayores en Perú

El impacto de un programa de pensiones en el bienestar de los adultos mayores en Perú

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Resumen

Muchos adultos mayores de 65 años en todo el mundo viven en la pobreza extrema, sin embargo, solo el 20 por ciento de las personas mayores en todo el mundo reciben algún tipo de pensión. Los programas de pensiones no contributivas para personas mayores que viven por debajo de cierto umbral de ingresos pueden mejorar el consumo de alimentos, la salud mental y reducir la dependencia de los miembros más jóvenes de la familia para el apoyo económico. En Perú, los investigadores realizaron un análisis de discontinuidad de regresión del impacto del programa Pensión 65 en la salud, el trabajo remunerado, el consumo del hogar y otros miembros de la familia. Se descubrió que el programa aumenta el consumo familiar mensual de los beneficiarios en un 40 por ciento.

Tema de política

En todo el mundo, muchas personas mayores viven en la pobreza extrema. La evidencia de varios estudios sugiere que los programas de pensiones no contributivas, que brindan pensiones regulares a las personas mayores que viven por debajo de un cierto umbral de ingresos, son programas de protección social vitales para las personas que se han jubilado. Estos programas pueden tener una amplia gama de efectos positivos, que incluyen un mejor consumo de alimentos y salud mental en el hogar, y un menor nivel de dependencia de los miembros más jóvenes de la familia para obtener apoyo económico. Sin embargo, solo alrededor del 20 por ciento de las personas mayores en todo el mundo reciben algún tipo de pensión,1 y aquellos que los reciben a menudo los reciben en niveles inadecuados.2 En muchos países de América Latina, los programas de pensiones comprenden una parte importante del gasto social de los gobiernos.

Contexto de la Evaluación

En Perú, los ciudadanos mayores de 65 años que viven en la pobreza extrema son elegibles para un programa llamado Pensión 65. La elegibilidad para el programa está determinada por si el puntaje de pobreza de un individuo está por debajo del nivel de pobreza extrema definido por el Sistema de Focalización de Hogares. ' (SISFOH) sistema de puntuación. El programa, instituido en octubre de 2011, realiza pagos bimestrales de 250 soles (aproximadamente USD $78) a todos los ciudadanos que califiquen. Estos ciudadanos también reciben servicios de salud pública gratuitos y son elegibles para un programa de seguro médico financiado con fondos públicos. En 2015, el programa contó con un presupuesto de alrededor de 758 millones de soles y llegó a aproximadamente 500,000 beneficiarios en los 1,854 distritos de Perú.

Detalles de la Intervención

Nota: Este proyecto no fue un ensayo controlado aleatorio.

Los investigadores trabajaron con IPA para implementar un análisis de discontinuidad de regresión de los efectos del programa Pensión 65 en el bienestar de los beneficiarios. La evaluación comprendió dos grupos: un grupo de hogares que recibieron pensiones a través del programa, y ​​otro compuesto por hogares que apenas no cumplieron con el corte para ser incluidos en el programa, y ​​sirvió como grupo de comparación. Los hogares elegidos para participar en la evaluación (en el programa y en el grupo de comparación) se encontraban dentro de un pequeño rango de niveles de pobreza (dentro de 0.3 desviaciones estándar del umbral en cualquier dirección), por lo que aquellos que eran elegibles para recibir la pensión tenían características similares a los que no lo eran.

El Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú realizó dos encuestas para esta evaluación. La encuesta inicial se realizó a fines de 2012, mientras que la encuesta final se realizó a mediados de 2015. Las encuestas midieron una variedad de resultados en las áreas de participación laboral de los miembros del hogar, salud física y mental y niveles de consumo.

Resultados y lecciones de política

Los resultados sugieren que los beneficiarios utilizaron parte de sus pensiones para financiar aumentos en el consumo de los hogares, y el resto sustituyó los ingresos que de otro modo habrían recibido por trabajo remunerado. En general, el programa mejoró la salud mental de los beneficiarios (pero no la salud física), aumentó sus niveles de consumo de alimentos y los llevó a reducir las horas trabajadas.

Efectos sobre la salud: Los beneficiarios de la Pensión 65 no tenían una salud física significativamente mejor que los que no recibieron el programa, con indicadores como hipertensión, circunferencia de la cintura y puntajes de memoria no significativamente diferentes a los que no recibieron el programa. Sin embargo, en las medidas de salud mental, los resultados fueron significativos: los beneficiarios tenían tasas más bajas de depresión (con puntajes promedio en la escala de Depresión Geriátrica alrededor de un nueve por ciento más bajos) y sentimientos más altos de autoestima.

Efectos sobre la renta y el consumo: Los hogares con un beneficiario de pensión tenían un nivel de consumo que era alrededor de un 40 por ciento más alto que los que no lo tenían. Los beneficiarios asignaron alrededor de dos tercios de este aumento al aumento del consumo de alimentos.

Efectos sobre el trabajo remunerado: Los beneficiarios del programa redujeron significativamente su trabajo remunerado, y los beneficiarios realizaron aproximadamente un nueve por ciento menos de trabajo remunerado por necesidad que sus contrapartes.

Efectos en otros miembros de la familia y hogares: No se encontraron efectos en la matrícula escolar. La proporción de hogares con ancianos que realizaron transferencias a otros miembros aumentó del 46 por ciento al 61 por ciento.

Si bien Pensión 65 está enfocada en la seguridad económica de los adultos mayores, este estudio también muestra que recibir una pensión puede mejorar la salud emocional de los adultos mayores y aumentar el consumo per cápita del hogar, lo que podría convertirse en canales para reducir la pobreza extrema.

Un informe en español sobre los resultados de este estudio está disponible en el sitio web del Gobierno del Perú.

Fuentes

[ 1 ] Pallares-Miralles, Moserrat, Carolina Romero, and Edward Whitehouse. 2012. “Patrones internacionales de provisión de pensiones II: una descripción mundial de hechos y cifras”. Documento de debate sobre protección social y trabajo núm. 1211. Banco Mundial.

[ 2 ] Organización Internacional del Trabajo. 2014. “Protección social para personas mayores: tendencias y estadísticas clave en materia de políticas”. Social Protection Policy Paper No. 11. Ginebra: Organización Internacional del Trabajo (OIT).

25 de septiembre de 2018