Las instituciones de resolución de disputas facilitan los acuerdos y preservan la paz cuando los derechos de propiedad son imperfectos. En los estados débiles, el fortalecimiento de las instituciones formales puede llevar décadas, por lo que las intervenciones estatales y de ayuda también intentan dar forma a las prácticas y normas informales que rigen las disputas. Su objetivo es mejorar la negociación y el compromiso, limitando así las disputas y la violencia. Las campañas de educación masiva que promueven la resolución alternativa de disputas (ADR) son ejemplos comunes de estas intervenciones. Estudiamos los impactos a corto plazo de una de esas campañas en Liberia, donde las disputas por la propiedad son endémicas. Los residentes de 86 de 246 pueblos recibieron capacitación aleatoria en prácticas y normas de ADR; esta formación llegó al 15% de los adultos. Un año después, los pueblos tratados tenían una mayor resolución de disputas por la tierra y menor violencia. Los impactos se extendieron a los residentes no capacitados. También vimos consecuencias no deseadas: más castigos extrajudiciales y (débilmente) más desacuerdos no violentos. Los resultados implican que la educación masiva puede cambiar los comportamientos de alto riesgo, y mejorar la negociación informal y el comportamiento de cumplimiento puede promover el orden en los estados débiles.