Sin temporada de escasez: Fomentar la migración estacional para abordar la inseguridad de ingresos

Sin temporada de escasez: Fomentar la migración estacional para abordar la inseguridad de ingresos

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Trescientos millones de los pobres rurales del mundo sufren de inseguridad de ingresos estacional, que a menudo ocurre entre la siembra y la cosecha cuando cae la demanda de mano de obra agrícola y aumenta el precio de los alimentos. Quienes pasan por una temporada de escasez suelen perderse comidas durante un período de dos a tres meses. Esto es especialmente problemático para las mujeres embarazadas y los niños pequeños, ya que la mala nutrición, aunque sea por poco tiempo, puede limitar el desarrollo cognitivo y físico a largo plazo. El hambre y las privaciones estacionales es quizás el mayor desafío para la reducción de la pobreza mundial que ha permanecido en gran parte bajo el radar.

Los miembros de algunas familias de las zonas rurales pobres migran a las zonas urbanas en busca de trabajo para hacer frente a las privaciones estacionales. En Bangladesh, sin embargo, los investigadores observaron que muchos hogares vulnerables, que potencialmente podrían obtener grandes beneficios de la migración temporal, no enviaron a nadie a trabajar, por lo que corrían el riesgo de pasar hambre. ¿Por qué no emigraba más gente? ¿Mejorarían estos hogares la seguridad alimentaria si enviaran a un migrante a estas áreas durante la temporada de escasez? En términos más generales, ¿por qué tanta gente se quedó en áreas rurales relativamente improductivas, frente a las brechas persistentes en los salarios y la productividad entre las áreas urbanas y rurales? ¿Era esto similar a los proverbiales billetes de $100 que se dejan en la acera?

Un equipo de investigación de la Universidad de Yale, la Escuela de Economía de Londres, la Universidad de Sydney e Innovations for Poverty Action investigó estas preguntas en el norte de Bangladesh durante 2008-2011, probando si se proporcionaba información o pequeños incentivos financieros, equivalentes al costo de un autobús. billete, aumento de la migración y, a su vez, mejora del bienestar de los hogares. Descubrieron que los hogares a los que se les ofreció una subvención o un préstamo para migrar tenían muchas más probabilidades de enviar a alguien a trabajar fuera del pueblo durante la temporada de escasez, y esas familias aumentaron la ingesta calórica en relación con aquellas a las que no se les ofrecieron los incentivos. Muchos de esos hogares optaron por volver a migrar por su cuenta un año después. Una réplica y ampliación del estudio durante 2014-2016 no solo confirmó estos hallazgos, sino que también mostró que la emigración a mayor escala aumenta los salarios y las horas de trabajo en el pueblo de origen, beneficiando indirectamente a otros residentes que se quedan atrás.

Lea sobre la ampliación del programa de Evidence Action aquí. 

29 diciembre 2016