Cuentas de Ahorro de Emergencia para Receptores de Remesas en México

Cuentas de Ahorro de Emergencia para Receptores de Remesas en México

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Resumen

En México, el intermediario financiero Caja Nacional del Sureste (CNS) observó que estaba transfiriendo una gran cantidad de remesas a sus clientes pero que se captaban muy pocos ahorros de este flujo de dinero. Los investigadores se asociaron con CNS para investigar si requerir que los clientes firmen un acuerdo no vinculante para ahorrar una cantidad predeterminada de cada remesa recibida podría aumentar el ahorro. Los resultados demostraron que la intervención no tuvo efecto sobre el ahorro, pero esto puede deberse a las dificultades en la implementación del programa. 

Tema de política

Para el año 2000, las personas que vivían fuera de su país de nacimiento habían crecido a casi el 3% de la población mundial, alcanzando un total de 175 millones de personas.1 El dinero que muchos de estos migrantes envían a casa, las remesas, es un tipo de flujo financiero internacional importante pero relativamente poco conocido. Actualmente, el uso de los servicios de ahorro es bajo entre muchos receptores de remesas. Aumentar los ahorros tiene la posibilidad de mitigar los impactos negativos de circunstancias imprevistas, como emergencias médicas o dificultades económicas.

Contexto de la Evaluación

En México, el intermediario financiero Caja Nacional del Sureste (CNS) observó que estaba transfiriendo una gran cantidad de remesas a sus clientes pero que se captaban muy pocos ahorros de este flujo de dinero. Al comienzo del estudio, solo el 38 por ciento de la muestra de receptores de remesas tenía una cuenta de ahorros en la Caja, y solo alrededor de la mitad de estos clientes había ahorrado alguna parte de su remesa.

Detalles de la Intervención

En un esfuerzo por aumentar los ahorros entre los receptores de remesas, al inicio del proyecto, CNS ofreció una cuenta de ahorro llamada “Tu Futuro Seguro” (TFS) a cualquier receptor de remesas en sus cuatro sucursales. La cuenta pagaba el 7 por ciento anual, capitalizado todos los meses, sin restricciones en retiros o depósitos. No tenía tarifas iniciales, pero requería que el cliente firmara un acuerdo no vinculante para ahorrar una cantidad predeterminada de dinero por cada remesa recibida. El cliente decidía ese monto, aunque CNS sugería US$20, US$50 o US$100. El cliente también podía hacer depósitos de cualquier otra fuente de ingresos. Como sugiere el nombre, la cuenta se comercializó entre los clientes como una cuenta para ahorrar para emergencias, futuras crisis económicas y futuras enfermedades. Aunque los clientes podían retirar fondos, se les animaba a utilizar el dinero únicamente para casos de emergencia.  

La muestra total de 783 receptores de remesas se asignó aleatoriamente al grupo de tratamiento o al de comparación. Para los clientes asignados al grupo de tratamiento, el sistema informaba automáticamente al personal de CNS para ofrecer el producto TFS. Durante sus visitas posteriores, el personal de CNS continuó ofreciendo el producto hasta que los clientes abrieron la cuenta. Para aquellos que fueron asignados al grupo de comparación, el personal de CNS siguió el proceso de rutina y no ofreció el producto TFS.

Hubo dos fuentes de datos para informar el estudio. La encuesta de línea de base, que se administró cuando los clientes llegaron por primera vez a la sucursal, incluía preguntas sobre pobreza, asistencia de los niños a la escuela e información sobre remesas (quién toma las decisiones sobre las remesas, relación con el remitente y nivel de ahorro). Los datos administrativos, incluida la información de la cuenta, como el monto de la transacción diaria, el saldo mensual, la información demográfica básica, la fecha de ingreso como miembro, el propósito de la transacción, los montos de las remesas, el monto de ahorro comprometido, etc., también se recopilaron del sistema de información del CNS.

Resultados y lecciones de política

Recogida de cuentas TFS: Entre los 386 beneficiarios de remesas que fueron asignados aleatoriamente para recibir la oferta de TFS, 101 (26.17 por ciento) abrieron una cuenta de ahorro. La adopción de TFS fue mayor entre aquellos que viven por debajo del umbral de pobreza. Por lo general, estas personas eran más propensas a ser mujeres, con menos años de educación y más propensas a hablar una lengua indígena.

Impacto en el Ahorro: El producto no pareció tener un impacto significativo en los ahorros, medidos por depósitos mensuales, retiros mensuales y depósitos netos mensuales. 

El hecho de no encontrar efectos significativos del tratamiento puede deberse en parte a las dificultades encontradas durante la implementación. Al ir al banco a recibir la remesa, se suponía que se apartaba una parte por defecto a menos que el cliente pidiera lo contrario. Sin embargo, esto no es lo que sucedió en la realidad. Además, el marco muestral total fue más bajo de lo esperado, lo que disminuyó la precisión de los resultados. El marco de la muestra se determinó acercándose a las personas a medida que llegaban a CNS para recibir una remesa, pero se presentaron menos personas de las esperadas en el período de admisión del estudio. 

Las dificultades de implementación en este estudio se mencionan en el libro Fallando en el campo: lo que podemos aprender cuando la investigación de campo sale mal por Dean Karlan y Jacob Appel. 

Fuentes

[i]Ashraf, Nava, Diego Aycinena, Claudia Martínez and Dean Yang. “Remesas y el problema del control: un experimento de campo entre migrantes de El Salvador”, agosto de 2009.

14 de agosto de 2013