Bonos del gobierno de Kenia como herramienta de ahorro

Bonos del gobierno de Kenia como herramienta de ahorro

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Resumen

Las cuentas de ahorro tradicionales a menudo arrojan rendimientos bajos o negativos, lo que puede explicar por qué muchos hogares pobres no utilizan estos productos para aumentar sus ahorros. Los investigadores estudiaron el impacto de un nuevo producto que permitía a los kenianos invertir pequeñas cantidades de dinero en bonos de infraestructura de alto rendimiento y bajo riesgo utilizando sus teléfonos móviles. Sin embargo, la falta de conocimiento y la baja aceptación del producto, provocada por problemas logísticos durante la implementación y unas elecciones generales pendientes, finalmente llevaron a los investigadores a suspender la evaluación.

Tema de política

Si bien varios estudios han resaltado la importancia de las cuentas de ahorro tradicionales para los hogares de bajos ingresos, solo un pequeño número abre estas cuentas y aún menos las usan con regularidad. Si bien las cuentas bancarias brindan un lugar seguro para los ahorros, el interés ganado en estas cuentas suele ser cero y los costos de transacción (como tarifas de retiro, saldos mínimos o la distancia que debe viajar un cliente para llegar a una sucursal) son altos. Como resultado, alentar a las personas a ahorrar requiere ampliar el acceso a productos con mayores rendimientos, así como reducir los costos de transacción por el uso de estos productos. Los bonos del gobierno pueden ofrecer una herramienta de ahorro eficaz para los hogares de bajos ingresos, y la compra y el comercio de bonos también pueden mejorar la educación financiera a medida que las personas “aprenden haciendo”.

Contexto de la Evaluación

En 2017, el Tesoro de Kenia lanzó M-Akiba, un bono de infraestructura de cinco años que las personas pueden comprar, mantener y comercializar a través de sus teléfonos móviles. Los rendimientos de los bonos de infraestructura del gobierno en Kenia son altos (alrededor del 12 por ciento en 2018) y las inversiones están esencialmente libres de riesgos. Tradicionalmente, invertir en bonos del gobierno requería que los compradores hicieran una gran inversión mínima (100,000 1,000 chelines kenianos o 2015 dólares estadounidenses) y establecieran una cuenta especial en el Banco Central de Kenia. Sin embargo, Kenia aprobó una ley en 3,000 que redujo la inversión mínima en letras del Tesoro a KES 30 (US$ 96). Esta legislación ahora permite a las personas abrir cuentas, así como comprar y negociar bonos del tesoro, a través de un teléfono móvil. Como el XNUMX por ciento de los hogares tiene acceso a cuentas de dinero móvil, este cambio aumentó drásticamente la cantidad de kenianos que podían comprar bonos.

Detalles de la Intervención

Los investigadores realizaron una evaluación aleatoria para probar el impacto de los bonos M-Akiba, junto con mensajes de texto informativos, en el comportamiento de ahorro individual. 

Los investigadores asignaron al azar a 2,000 empresarios que trabajaban en el sector informal de Nairobi a uno de dos grupos:

  1. Información de marketing de M-Akiba y mensajes de texto de devoluciones relativas: Las personas de este grupo recibieron mensajes de texto que explicaban cómo funciona M-Akiba y cómo abrir cuentas usando sus teléfonos móviles. También recibieron mensajes con información sobre los rendimientos relativos de una inversión a través de una serie de opciones. Por ejemplo, los usuarios podrían comparar los rendimientos de invertir KES 1,000 (US$10) en cuentas de ahorro con diferentes bancos, en el mercado de valores o en bonos.
  2. Grupo de comparación: Las personas de este grupo no recibieron información sobre M-Akiba ni sobre los rendimientos relativos de la inversión.

Resultados y lecciones de política

Los investigadores interrumpieron la evaluación debido a las dificultades encontradas durante la implementación. La aceptación de M-Akiba fue baja debido a la falta de conocimiento de los inversores sobre el bono. Además, hubo problemas logísticos iniciales con las redes de dinero móvil en las que se comercializa M-Akiba, lo que resultó en muchos intentos de compra fallidos por parte de los inversores. Finalmente, el programa se lanzó solo seis semanas antes de unas elecciones generales muy disputadas, un momento inoportuno para pedir a los ciudadanos que inviertan en bonos del gobierno.

25 de mayo de 2016