Como en muchos otros países en desarrollo, los niños menores de cinco años en las zonas rurales de Ghana a menudo no logran alcanzar su potencial de desarrollo. Este estudio evaluó los impactos del programa Lively Minds, un programa de aprendizaje preescolar de bajo costo, administrado por la comunidad y basado en el juego, que involucró tanto a los maestros como a los padres en el desarrollo de la primera infancia.

Conclusiones principales:

Al final del estudio de un año:

• El programa Lively Minds aumentó la cognición de los niños, con mejoras significativas en la aritmética emergente, la función ejecutiva y las habilidades motoras finas.
• El efecto del programa en las habilidades cognitivas de los niños del 20 por ciento de los hogares más pobres fue el doble que el de los niños de los hogares más acomodados. También hubo una mejora significativa en las habilidades de alfabetización de los niños desfavorecidos que no se observó en el resto.
• El desarrollo socioemocional de los niños mejoró y el programa condujo a una reducción del comportamiento de externalización, incluidos los problemas de conducta y los comportamientos hiperactivos.
• En particular, el programa condujo a una reducción de la desnutrición aguda entre los niños participantes y un aumento en la circunferencia media del brazo, un indicador de desnutrición.
• El programa también aumentó el conocimiento de crianza de las madres, aumentó la cantidad de tiempo que dedican a actividades apropiadas para el desarrollo y cambió su estilo de enseñanza (es decir, la forma en que interactúan con sus hijos en el contexto de enseñar una nueva tarea).
• En general, los hallazgos sugieren que el enfoque de Lively Minds es una forma eficaz y potencialmente escalable de mejorar el desarrollo cognitivo y socioemocional, la salud y la preparación escolar de los niños.